Este cuento trata de cuatro personajes, dos de ellos eran ratones (Oli y Corri), mientras que los otros dos eran dos personitas del tamaño de los ratones los cuales se llamaban Kif y Kof.
Se pasaban todo el día en un laberinto, corriendo de un lado para otro en búsqueda de comida, queso.
Un día se encontraron con la Central Quesera Q y se pusieron muy contentos, debido a que había mucho queso.
Kif y Kof se sintieron muy cómodos, ya que pensaron que con la cantidad de queso que había no tendrían que volver nunca más a correr por aquel laberinto.
Una mañana como otra cualquiera iban a la Central Quesera Q y se encontraron con que ya no quedaba nada de queso.
Oli y Corri en seguida salieron otra vez corriendo en la búsqueda de encontrar una nueva Quesera con más queso, mientras que Kif y Kof se quedaron mucho tiempo en la Central Quesera Q esperando a que apareciera más queso.
Kof se cansó de esperar, y decidió volver a correr por el laberinto para encontrar nuevos quesos, mientras Kif se quedo esperando en la Central Quesera Q.
Los ratones, Oli y Corri al cabo de un tiempo volvieron a encontran una nueva Central Quesera con gran cantidad de queso.

Sin embargo, Kif seguía en la Central Quesera N esperando triste y solo.
Valoración critica:
En mi opinión, lo que nos da a entender este cuento, es que hay que adaptarse a los cambios que se producen en cualquier aspecto de nuestra vida, no quedarnos de brazos cruzados haber lo que pasa, sino que adecuarnos a ellos.
No hay que cambiar por cambiar.
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